Ya te olvidé. No sé cómo ocurrió. Pensé que nunca iba a suceder, y sin embargo, ya ves, llegó el olvido como llega la desesperación, como llega el miedo, el insomnio, el amanecer, la lluvia... Ya no me acuerdo de vos. Ya no me acuerdo; te olvidé... Y si no querés creerme, no me creas, pero dejame repetirlo hasta que pueda convencerme.